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DEPARTAMENTO DIACONAL

En Cristo encontramos la mayor expresión del amor al prójimo.

De esta forma, el servicio al prójimo asume en su Cuerpo la claridad del mismo.

Ser diácono es asumir el carácter de responsabilidad en el servir al cuerpo visible y espiritual.

Diácono que no vive para servir a la Iglesia del Señor no es diácono, pues la esencia está en servir.

El Diaconato es la función eclesiástica más prestigiosa y difundida en las iglesias cristianas, pues estos son fundamentales para el buen funcionamiento de la Obra de Dios.

En estos veinte años de IBEP, el Departamento Diaconal viene apoyando al Hombre de Dios, Pastor Balmir, aquí llamado el pequeño siervo, para el crecimiento de la Obra de Dios, que a lo largo de su historia ha sanado y liberado a las personas del cautiverio.

En la IBEP, para ser consagrado (a) al diaconado, la persona deberá ser casada, bautizada en aguas y en el Espíritu Santo; debe sentir el llamado de Dios y luego buscar al Pastor para confirmar este llamado. Sólo entonces dará inicio en la obra como Colaborador (a).

El Departamento Diaconal comenzó con seis obreros consagrados en 1996 y otros 7 en 1997. Hoy contamos con 115 Diáconos, 141 Diaconisas, 14 Colaboradores y 5 Colaboradoras.

"Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe" (Hechos 6:7).

Hermano Régis Paiva

Líder del Departamento Diaconal

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