En epítome de la llamada, fue con vituperios indescriptibles y muchos percances del apresto. (Lucas 12:48) Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

 

En la infancia el Señor ya hablaba conmigo, y el entrenamiento empezó en la Iglesia Cristiana Evangélica, pre adolescencia y juventud hasta como líder, fue en la Iglesia Bautista en donde aprendí mucho, luego la Iglesia Bautista Avivada, donde recibí los dones.

 

En la trayectoria ministerial y antes del diaconado, evangelista, hubo muchas señales, incluso en hospitales completos en donde todos fueron liberados con varios prodigios de Dios. Agregando a miles de conversiones y, por consiguiente, Pastor Itinerante, Co-Pastor y hoy titular. Y en todo agudo, hasta resurrecciones. (Juan 14:12) De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.

 

En el comienzo de la IBEP, los acontecimientos fueron tantos, como los tiempos de antes. (Romanos 15:19) con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. 

 

Por otro lado, glorifico mucho a Dios por la familia perfecta que me ha regalado, en especial a mi verdadera ayuda idónea y sabia, en la edificación con grandeza de mi hogar. (Proverbios 31:10,29) 10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. 29 Muchas mujeres hicieron el bien, más tú sobrepasas a todas.

 

A pesar de los 12 años de refuta al llamado, pero itinerante, el cual después de asilar, lo que fue una paradoja; los percances y los vituperios, han sido como temía, de los cuales para mi conocimiento muchos pastores atravesaron semejantes situaciones y algunos incluso pasaron al Señor de forma precoz, otros en sufrimientos de apoplejías o enfermizos y también injurias, persecuciones y sufrimientos. (I Corintios 4:12) Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. (II Corintios 4:9) perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos.

 

Cuando yo devolviere lo que me fue confiado, podré decir. (II Timoteo 4:7) He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

 

A bien del saber, no hay nada prefigurado en este planeta, que el Señor no esté enterado. (Isaías 45:6) para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo.

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Es provechoso afirmar que Jesús es impoluto, en esta labor; que es sólo una de sus predispuestos. (I de Juan 3:3) Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

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Quien tiene esa herencia esta asaz, por arriba de los indoctos. (Proverbios 24:5) El hombre sabio es fuerte, y de pujante vigor el hombre docto.

 

Todo vivido por el hombre tiene su propio costo. (Gálatas 6:7,8) No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

 

Quien persiste en la claudicación, ya no anda en la perspectiva Celestial. (Hebreos 6:4 al 8) Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo. Y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.

 

Y Dios en la espera del granjear, proporciona la semilla, para no predisponer su Gloria a nadie. (Isaías 42:8 y 48:11) Dice: Mi gloria no doy a nadie.

 

Todo llamado precede de una preparación, que es la armadura para llegar donde Dios designó, siendo caracterizado por su sembrar. Y la calidad de la siega, por sí sola identificará el proficiente plantío. (II Corintios 9:6) Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

 

Pastor Balmir Rodrigues da Cunha